¿Cuál es la mejor época para viajar a Egipto? Guía definitiva por meses.

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Sin dudas, el eterno dilema del viajero. Cuando alguien se plantea viajar a Egipto, casi siempre surge la pregunta, ¿cuál es la mejor época para visitar el país de los faraones? No es una cuestión que tomarse a la ligera, porque de lo que hablamos es de un destino que tiene un clima extremo, un clima desértico que está marcado por contrastes muy fuertes entre diferentes regiones y también estaciones. Para que tengas una idea, en El Cairo llueve poco más de 25 milímetros al año, en Luxor o Asuán las lluvias son prácticamente nulas, en el Mar Rojo el agua oscila entre los 22 y los 29 grados según la época y el viento de khamsin, que sopla entre marzo y mayo, puede cambiar la experiencia de un viaje de manera drástica.

Pero la respuesta nunca es fácil, nunca es única ni simple. Egipto se puede visitar durante todo el año, pero el tipo de viaje que tengas en mente va a determinar cuál es el mejor momento para hacerlo y es que no es lo mismo recorrer los templos bajos de Luxor que relajarse en un resort de Hurghada ni, por supuesto, lanzarse en un crucero por el Nilo o practicar buceo en el sur del Mar Rojo.

Viajar a Egipto en primavera, meses de marzo a mayo.


La primavera es para muchos el momento perfecto para viajar a Egipto, las temperaturas son bastante agradables, no hay demasiado frío ni demasiado calor y esto permite disfrutar de largas jornadas. En marzo, el invierno empieza a decir adiós y los días se van alargando, esto hace que las visitas a lugares de interés como las pirámides de Guiza o el Valle de los Reyes sean más cómodas. Abril está templado y es uno de los mejores meses en general, ya que hace suficientemente calor para sentir ese sol egipcio pero sin el agobio del verano, que es en muchos casos demasiado fuerte. Mayo tiene esa transición a una temperatura más acelerada pero todavía se puede soportar.

Durante estos meses, sin embargo, hay una pega y es que conviene tener presente un fenómeno muy conocido por los egipcios, el khamsin, se trata de un viento cálido que está cargado de arena y suele soplar desde el desierto hacia el norte, sobre todo entre marzo y mayo. Si bien no ocurre todos los días ni tampoco en todo el país, cuando aparece reduce la visibilidad y obliga a modificar los planes de manera tajante. Viajar con gafas de sol envolventes, una buena bufanda ligera o un pañuelo y fundas para la cámara es muy importante si vas a viajar en estos meses.

La primavera también suele coincidir en 2025 con el Ramadán, se trata del mes sagrado para los musulmanes que suele comenzar el 1 de marzo y este año, por ejemplo, 2025 termina el 31 de marzo, con la celebración del Eid al-Fitr. Durante el Ramadán hay muchos restaurantes que están cerrados por el día y los horarios de museos o atracciones pueden acortarse, sin embargo, las noches sí que cobran vida con mercados, música y muchas celebraciones. Así que viajar en fechas de Ramadán es otra forma de ver el país, eso sí, asegúrate cuando vayas a hacerlo de cuáles son esas fechas porque cada año puede cambiar.

Mar Rojo en primavera

En el Mar Rojo la primavera abre una de las mejores ventanas de todo el año y es que el agua empieza a calentarse después del invierno y está en torno a unos 26 grados en abril y en mayo. Además, esto lo hace ideal para hacer snorkel o buceo; el viento es bastante menos intenso que en invierno, por lo que hay unas condiciones de navegación muy buenas si te apetece probar este plan. Así que si buscas una combinación de cultura, arqueología y mar, la primavera es difícil de superar en esta zona.

Viajar a Egipto en verano, de junio a agosto.


El verano en Egipto es sinónimo de calor, mucho calor, sobre todo en lo que es el Alto Egipto, es decir, Luxor, Asuán y Abu Simbel. En julio y agosto las temperaturas medias suelen estar en los 40 grados con algunos picos que llegan a los 45 en ciertos días. No suele haber lluvias y la sensación es la de un horno, un horno seco. Para muchos viajeros estos meses son desaconsejables si se planea un viaje cultural intenso con muchas caminatas, salvo que se organice con visitas al amanecer y un descanso al mediodía.

Ahora bien, el verano también tiene otro tipo de ventajas. Al ser temporada baja, los precios de los hoteles y los cruceros, además de los vuelos, también bajan. Hay menos gente y eso significa que puedes recorrer las pirámides o los templos mucho más tranquilo y visitar el Valle de los Reyes sin multitudes, sin duda una experiencia que muchos van a recordar el resto de su vida. Eso sí, hay que hacerlo con precaución: madrugones, sombrero, crema solar y muchos, muchos litros de agua.

Mar Rojo en verano

Donde el verano sí se convierte en un aliado es en el Mar Rojo. Aquí el agua alcanza sus temperaturas máximas, que pueden llegar a los 30 grados en agosto, y la vida marina cobra todo su esplendor. Para quienes bucean, los meses de junio a septiembre son los más propicios para ver grandes pelágicos como tiburones martillo u oceánicos en rutas de crucero hacia el sur, sobre todo en zonas como Brothers, Daedalus o Elphinstone. Si viajas en familia o buscas relax, el calor va a ser mucho menor en zonas de playa y piscina, y las noches de verano suelen ser bastante animadas.

Así que, como ves, el verano en Egipto no es para todo el mundo, pero tiene ventajas: precios más bajos, menos turistas y un mar perfecto para actividades acuáticas.

Viajar a Egipto en otoño, de septiembre a noviembre.


El otoño es otro de los momentos dorados para visitar el país. Septiembre sigue siendo bastante cálido, con temperaturas altas en el sur pero mucho más soportables. A medida que el mes avanza el calor va bajando y en octubre hay una homeostasis perfecta: días templados, noches frescas y cielos despejados que dejan ver todo el sol que Egipto tiene para dar.

Noviembre sigue la tendencia, con máximas entre 26 y 28 grados en Luxor y 24-26 grados en El Cairo. Esto convierte al país en un destino extraordinario para explorar al aire libre sin tener que buscar sombra constantemente, algo difícil en Egipto. El otoño tiene otra ventaja: suele coincidir con uno de los eventos más espectaculares, el festival solar de Abu Simbel, que ocurre dos veces al año, el 22 de febrero y el 22 de octubre. En esas fechas los rayos del sol penetran en el templo excavado en la roca e iluminan el santuario interior, bañando las estatuas de Ramsés II y los dioses. Un fenómeno astronómico con más de 3.000 años de historia que sigue sorprendiendo al mundo.

Mar Rojo en otoño

En el Mar Rojo, septiembre, octubre y noviembre también son una excelente fecha para viajar. El agua todavía está caliente, los vientos se han calmado y la visibilidad submarina es muy buena. Esto significa que es una época perfecta tanto para principiantes como para buceadores experimentados. Además, los resorts no están tan saturados como en verano y se pueden encontrar ofertas muy interesantes. Viajar en otoño es combinar lo mejor de ambos mundos: templos, cruceros y desiertos con condiciones ideales, y un mar perfecto para relajarse. No es casualidad que octubre y noviembre sean considerados por muchos la mejor época para viajar a Egipto.

Viajar a Egipto en invierno, de diciembre a febrero.


El invierno en Egipto es suave si lo comparamos con países como el norte España, pero supone un gran cambio respecto al verano. En El Cairo las máximas rondan los 18-20 grados y las mínimas unos 9 grados, mientras que en Luxor oscilan entre 22 y 24 grados. Las noches en el desierto pueden ser frías, por lo que conviene llevar un abrigo ligero. En la costa, ciudades como Alejandría tienen algo más de lluvia, pero no suele ser ni intensa ni duradera.

En invierno, aquí es temporada alta de turismo. Muchos viajeros europeos aprovechan las vacaciones de Navidad y Año Nuevo para visitar el país. Eso implica más gente en templos y museos, y precios más altos tanto en cruceros como en hoteles. A cambio, se disfruta de un clima perfecto para recorrer ruinas y ciudades sin riesgo de insolación.

Enero es un mes fresco pero despejado, ideal para hacer fotografías de paisajes y monumentos. En febrero, además del clima agradable, se celebra la otra gran cita del festival solar de Abu Simbel, concretamente el día 22. Miles de viajeros acuden a contemplar el amanecer cuando los rayos iluminan el templo: uno de los momentos más bonitos y demandados del año, por lo que conviene reservar con mucha antelación.

Mar Rojo en invierno

Si quieres actividades acuáticas, el invierno es la época más fresca. El agua suele estar entre 22 y 23 grados en febrero, aunque sigue siendo posible bucear con neopreno.

Viajar Egipto por regiones y intereses

El Cairo y el bajo Egipto


El Cairo se puede visitar casi todo el año, pero es mejor hacerlo entre noviembre y marzo cuando las temperaturas son más frescas y los paseos por Guiza o por Saqqara no son tan pesados. En primavera pueden aparecer esas tormentas de arena que hemos mencionado antes y en verano el calor y la contaminación pueden hacer que caminar sea más duro.

Luxor Asuán y el alto Egipto


Es la zona más crítica en términos de calor. Entre junio y agosto las temperaturas son muy altas y las visitas solo son a primeras horas de la mañana. La mejor época para recorrer los templos, las tumbas y hacer un crucero por el Nilo es de octubre a abril. En invierno las temperaturas son bastante agradables y la luz de los atardeceres hace que la magia se viva en todo su esplendor.

Mar rojo y Sinaí


Los resorts de Gamal, Marsa Alam, Sharm el-Sheij son destinos por excelencia de sol y playa todo el año. En invierno es un poco más fresco, pero aun así es agradable. La primavera y el otoño dan esa combinación perfecta de agua calentita y poco viento. Por su parte el verano garantiza unas temperaturas muy altas en tierra, pero el agua también es perfecta para bucear.

Factores que tienes que tener en cuenta antes de elegir fecha para viajar a Egipto

  • El clima. Lo repetimos, el calor extremo del verano puede arruinar las visitas.
  • Multitudes y precios. Los precios son más altos entre octubre y febrero y más bajos en verano.
  • Eventos culturales y religiosos. Recordemos Abu Simbel 22 de febrero, 22 de octubre y el ramadán que este año ha caído en marzo.
  • Preferencias personales. Si lo que quieres es historia, vete al otoño o al invierno. Si lo que prefieres es mar, primavera u otoño. Y si quieres ahorrar, pasa calor y vete en verano.
  • Seguridad. Egipto es un destino turístico con mucha presencia policial en zonas de interés. Así que si piensas si Egipto es seguro no puedes ver este artículo donde te lo dejamos más claro.

A Egipto se puede ir todo el año, pero la experiencia varía mucho si vas en enero que si lo haces en agosto. Y si: es por el clima. Si lo tuyo son las playas y el buceo, elige la primavera o el otoño. Si tu prioridad es el presupuesto y soportas el calor, el verano puede ser tu momento.

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